Tania Favela
(Ciudad de México, 1970)
Es autora de Materia del Camino (México, Compañía, 2006), la traducción (con Jahel Leal) del libro En la tierra de Robert Creeley (México, Textofilia, 2008), Pequeños Resquicios (México, Textofilia, 2013), la antología de poesía El desierto nunca se acaba de José Watanabe (prólogo y selección, México, Textofilia, 2013), Un ejercicio cotidiano, selección de prosas de Hugo Gola (prólogo y selección, Lima, Toé, 2016), El lugar es el poema: aproximaciones a la poesía de José Watanabe (Lima, APJ, 2018), La marcha hacia ninguna parte (Chile, Komorebi, 2018) y Remar a contracorriente. Cinco poéticas: Hugo Gola, Miguel Casado, Olvido García Valdés, Roger Santiváñez, Gloria Gervitz (Madrid, Libros de la resistencia, 2019). Cursó el Doctorado en Literatura Latinoamericana en la UNAM. Formó parte del Consejo Editorial de la revista El poeta y su trabajo dirigida por Hugo Gola. Desde el 2014 organiza junto con Juan Alcántara el “Encuentro Internacional de Poesía Contemporánea” en la Universidad Iberoamericana, en donde es académica de tiempo completo.
poesía
Materia del camino
Compañía, Ciudad de México, 2006
Primer libro de Tania Favela. Publicado por la editorial Compañía en el 2006 en una edición artesanal de 100 ejemplares. En el consejo editorial figuran: José Luis Bobadilla, Inti García Santamaría y Hugo García Manríquez. En la impresión: Karla Ugalde. En imagen de portada: Hugo García Manríquez y en el diseño de logotipo: Luis Verdejo. En palabras de Juan Alcántara, quien presentó el libro en marzo del 2007: “Tania es una “objetista”, una “objetivista”, si se quiere. Su escritura proviene de la tradición del imaginismo y de William Carlos Williams. Sus piedras son también las de Ungaretti, Drumond de Andrade y Francis Ponge. La piedra es el objeto poético perfecto: no significa nada, está siempre ahí, es completamente real. […] La presencia de la presencia –para usar una tautología que coincida con su escritura– es a la vez lo obvio y el milagro, el milagro de que las cosas se aparezcan de pronto, de que estén ahí, ante nuestra sorpresa, como “aparecidas”.
Pequeños resquicios
Textofilia, Ciudad de México, 2013
Reconocer una tradición en la que insertarse, identificarla, acogerse a ella y, con voz propia, buscar “un lugar / para lo genuino” es el deseo de la poeta. Y tal tradición la conforman algunos nombres de Oriente y las vanguardias, la América precolombina, Robert Creeley, Osip y Nadezhda Mandelstam, Walt Whitman, Dickinson, la música de jazz y Ovidio, Voltarie, Safo, Braque, Pound… Un dibujo, un poema, un fragmento de poema atraviesan los siglos. En la escritura de Favela Bustillo late el gesto de preservar, de discernir y recibir, de recoger el tiempo. Trabajo del espíritu que sólo la materia muestra; pensamiento lúcido y algo que habría que llamar bondad toman cuerpo en las palabras. (Olvido García Valdés)
La marcha hacia ninguna parte
Komorebi, Valdivia, 2018
Si uno lee el libro de Favela, rápidamente podrá darse cuenta de que son dos los motores que rigen la escritura de este volumen. Por una parte, la dispersión de la persona poética, o más bien: su desaparición, para darle paso a múltiples voces que no disputan sino que comparten la enunciación de estos poemas. Y, en segundo lugar, pero intrínsecamente relacionado con lo anterior, la fragmentariedad del poema que replica, imita o reproduce la dispersión de las voces ya señalada. Incluso podríamos argumentar que visualmente estos poemas también se entregan a la tarea de ocupar el espacio de la página como una forma de producir sentido, i. e., el modo en que vemos el poema también es parte de la construcción del mismo. (Cristián Gómez Olivares)
traducción
En la tierra
Robert Creeley
Traducción: Tania Favela y Jahel Leal Méndez
Textofilia, Ciudad de México, 2008
El trabajo de traducción de Tania Favela y Jahel Leal sabe llevar a puerto la tensión emotiva del discurso en paralelo con ese fraseo cadencioso, conversacional, de la mayoría de los poemas de Creeley. En esta colección de poemas y en el ensayo sobre Walt Whitman se percibe una suerte de testamento de despedida donde la vida del pasado aparece en el vivir postrero y se torna tan presente que activa los sentidos y la inteligencia, las pasiones y las lealtades; hay en este volumen poemas realmente conmovedores que en el español de Favela y Leal reproducen, además de lo ya anotado, un vigor inacabado, versos que parecen (por un momento) escritos o leídos por primera vez hace unos minutos. (Ernesto Lumbreras)
ensayo
El lugar es el poema
Aproximaciones a la poesía de José Watanane
Asociación Peruano Japonesa, Lima, 2018
El libro recoge tres ensayos contenidos en la tesis de doctorado de Favela, revisada especialmente para esta edición. El primero, “El lugar es el poema”, traza la trayectoria del libro y responde a preguntas como ¿desde dónde se mira y desde dónde se escribe? El segundo, “De la lengua materna y sus historias”, alude a los mitos, leyendas, prácticas rituales y narraciones que inciden en la cosmovisión de la poética de Watanabe. Finalmente, en el tercero, “Un peruano muy japonés”, explora la influencia de la tradición oriental en sus poemas, desde el budismo hasta los haikus. “El libro de Favela nos abre las puertas a los poemas al poner a disposición del lector los múltiples contextos que se entrecruzan en la obra de Watanabe. Entre estos, la cultura japonesa —sobre todo los haikus, el zen— es de mucha incidencia. Por allí viene el refrenamiento del lenguaje, la capacidad de mantenerse firme frente a la muerte y el vacío. Entre el caudal japonés y el andino, los poemas suceden entre el desgarro y la integración, integración cultural pero en primer lugar corporal”, señala William Rowe en el prólogo del libro.
Remar a contracorriente
Cinco poéticas
Libros de la resistencia, Madrid, 2019
Fruto del trabajo de seis años, Tania Favela nos ofrece en este libro la madurez, la complejidad y la sabiduría de una mirada crítica sobre la poesía contemporánea en nuestra lengua; ejercicio de reflexión, análisis y exploración que, sin descuidar el rigor de la actividad propiamente académica, se enriquece con la impresionabilidad hacia la poesía —y la comprensión profunda de sus mecanismos y responsabilidades— de quien ha practicado durante años la escritura poética. En el desarrollo de su discurso crítico, fiel a su primera formación, Favela parte de lo aprendido a su maestro Hugo Gola —a cuya última obra, Resonancias renuentes, dedica el primero de los trabajos—: la preferencia por la tradición crítica de la poesía moderna y contemporánea antes que por las apuestas nostálgicas, la atención a los aspectos materiales y corporales del poema antes que a sus posibles interpretaciones, la concepción de la poesía como arte que no tolera complacencias ni sumisiones, el solitario e invisible —de raíz rilkeana— trabajo interior como condición para el desarrollo de una voz propia, un tono, un ritmo intransferible que enhebre y dinamice todas las percepciones. Pero si bien lo aprendido en el magisterio de Gola es una estupenda plataforma de despegue, la autora va más lejos y se sirve de numerosos y heterogéneos planteamientos teóricos y conceptuales que enriquecen y actualizan su trabajo, y que suponen, para Remar a contracorriente, una formidable amplificación de su horizonte de lectura. (Juan Alcántara)